Intoxícame, entre cigarrillos, fúmame hasta que me consuma por completo. Píntalo en blanco y negro, como la nube de humo que nos envuelve, submarino. Escucha el piano, como el sonido de cada tecla se mete en tu cabeza y de alguna manera hace que no pares de teclear, expresando lo que ahora mismo sientes.
Córtame las venas, como se cortan las rosas en primavera, aún en flor, deja que la sangre corra por toda mi piel, que caiga al suelo para pintarlo de rojo. Besa mis labios, el carmín se quedó en esa arruga que escondes bajo la comisura derecha de tu boca. Dime ven, y lo dejo todo; hasta mi delicado corazón, prometiste cuidarlo... No escucho nada, ni veo, ya no me cojes de la mano, ya.. no te siento, no como lo hacía antes. Por favor, prendeme fuego, quiero arder como lo hacía cuando la pasión nos consumía.
No calles, mi vida dime algo, si no me quieres a tu lado, grítalo.
Ahora veo doble y esas maravillosas lucecitas de colores, rodeada de botellas de ron y bozca, me arden los labios, no se donde estoy, no recuerdo nada, pero me siento capaz de todo, quiero volar. Subí a la azotea de mi edificio favorito, donde tú vivías, quise entrar por tu ventana y verte una vez más.., pero no estabas, y en tu cama la silueta desnuda de una chica, me di cuenta de que solo soy un recuerdo, y entonces.. me dejé caer.., como se caen cada uno de los pétalos de aquella rosa que corté la primavera de ese 10 de mayo..
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