23 de julio de 2013

Me he empapado de una sensación, yo la llamo libertad, no se si en un grado excesivo puede llegar a ser perjudicial, pero me encanta estar así, libre, como cada uno de los pájaros que vuelan por encima de mi.
He corrido tan rápido a través de la hierba que sin quererlo mis pulmones se han empapado de la suave brisa marina.
Subo a un lugar alto, se ve el mar fundiéndose con el cielo azul, miro hacia abajo, estoy en un grandioso acantilado; de pronto, y aún sin pestañear, giro la cabeza a mi derecha y veo una fila de todos ellos, todos hermosos, y cada uno me dice algo: respira, vive, ama, sé feliz; el último y más alto de todos lleva la palabra LIBERTAD.
Una vez aquí arriba puedo ver todo lo que me rodea, por una vez no me siento pequeña. Deseo tirarme desde este acantilado y volar o simplemente dejarme caer en picado sobre el mar helado.

Pido solo eso, sentirme viva.


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