28 de mayo de 2017

Me olvidé de respirar al ver la cama donde se hundía mi mundo.
Prometí no caer si era un sueño.
Tus caderas marcaban mi rumbo.
Ahora piso las calles esperando a que vuelvas.
Me olvidé de las lágrimas.
Tuyas son las espinas que tengo clavadas en lo que queda de corazón.
Vuelve el frío.
No puedo acurrucarme entre tu pelo.
Nado sola dentro de esta habitación.

Vamos a ver de nuevo el Sol.
Quitar la penumbra.
Admirar la Luna.

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