22 de septiembre de 2013

Que triste fue esa mirada, todavía no me acostumbro a no verte sonreír... y ahora eres tu la chica que llora en la estación, que esta sola en frente de aquel roble, mirando como caen las hojas y vuelve el invierno. Aguantando tempestades contra aquel que todo lo llena, prometió cuidarte... ¿tanto como yo juré que no volverías a derrumbarte? Estoy harta de que la vida no avise antes de entrar y destrozarlo todo, que cuando comienzas a ser feliz, algo lo echa todo a perder, ya sea la razón por la que cada mañana sonríes, aunque aparentemente no haya ninguna, ya sea... " la ilusión de verlo". Tus ojos están más humedecidos y tus labios tiemblan, también tus manos. Dibujaste líneas negras en tu almohada de lunares, donde contabas cada uno de ellos, los de su clavícula.
Créeme, yo también conozco esa sensación de gritar en silencio, seguramente no tan alto como tú, pero te aseguro que el maldito silencio y la soledad siguen ahí, no se van..; es como un ciclo infinito, que parece no acabar nunca ¿te dijo alguna vez, que aún te amaba?

Muere lentamente quien llora por amor.

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