Sensación de éxtasis

No solo fue una sensación de éxtasis, fue una de las sensaciones más raras y a la vez más bonitas que jamás he experimentado.
Lo que más me gustó, besarnos lentamente y como nuestra respiración se iba entrecortando con un cierto compás, íbamos a la par, por una vez a la par.
Quedábamos durante escasos segundos, paralizados, sin oxígeno, reteniendo dentro de nosotros todo, absolutamente todo.
Excepto los besos desenfrenados, los susurros y las ganas que nos teníamos el uno del otro.

Cerrar los ojos, sin apretar los párpados; contener el aire dentro de los pulmones, durante cinco largos segundos y luego soltarlo poco a poco en un suspiro de placer.
Temblar, que se escape un gemido, notar como el sudor salía poco a poco de tu frente y sentir la calidez.. me provocaron una sensación única.