19 de diciembre de 2017

Sin rumbo, sin vida

Y dicen que te vieron caer, llorar, arrastrarte por el suelo polvoriento de lo que quedaba de aquel camino, escondiéndote en la penumbra, para que nadie pudiera ver tu lado miserable, la parte más deshumanizada de ti, y la más humana a la vez.

Dicen que te escucharon gemir entre las sombras, que no era de placer.
Dicen que ya no miras a la cara y que tu rostro olvidó su esencia.
Que no te reconocen, porque has cambiado.
Dicen, dicen, dicen, algunos dicen que has muerto.

No has muerto a mis ojos.
Yo aún puedo verte, verte más allá de la oscuridad,
aunque tú te escondas y me hagas creer que has muerto para mí.

Mientras que en otra vida, gozas de la luz a costa de mis sombras.
Dicen que estás atrapado en un bucle de humo,
que te expandes y flotas sin rumbo,
sin vida.

Buscas otra vida para poder vivir la tuya.

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