Dicen que te escucharon gemir entre las sombras, que no era de placer.
Dicen que ya no miras a la cara y que tu rostro olvidó su esencia.
Que no te reconocen, porque has cambiado.
Dicen, dicen, dicen, algunos dicen que has muerto.
No has muerto a mis ojos.
Yo aún puedo verte, verte más allá de la oscuridad,
aunque tú te escondas y me hagas creer que has muerto para mí.
Mientras que en otra vida, gozas de la luz a costa de mis sombras.
Dicen que estás atrapado en un bucle de humo,
que te expandes y flotas sin rumbo,
sin vida.
Buscas otra vida para poder vivir la tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario