11 de enero de 2017

Agotada del tiempo y del espacio, ya no sé vagar por las curvas de tu cuerpo. 
Me olvidé de la canción de media noche. 
Me olvidé de las ganas de verte y de la escarcha anaranjada.
Cansada de vivir, ahora me refugio en la penumbra y solo hablo con aquellos que se preocupan por mi. Háblame de las noches de verano, esas que todo el mundo sueña y nadie imagina.
Demuestra amor de mi vida, que lo que vives hoy te servirá para crecer mañana, porque si no es así, ¿Qué estamos dispuestos a dar y recibir? 
Escribo con los ojos cerrados y ciegos de no verte y nunca encontrártelos.

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