23 de enero de 2015

Último día

Y será... la claridad la que me ciega.
Y será... el amor, el que me encierra.
Será su pensamiento, dulce y atento.
O quizás, el aliento con el que me besaba mar adentro.

Supongamos que te quiero,
que aún, te deseo..
Supongamos que no me has olvidado,
y que sigo en tu mente, ahí, a un lado.

No quiero pensar más en tí,
en que no te tengo,
porque me duele escuchar
tu sonrisa, tu lamento.
Me duele volver atrás y recordar viejos tiempos,
en los que era tu pequeña y me cuidabas.

Tiempos en los que no dormías,
por miedo a que saliese de tu vida.

Se supone que eres feliz,
más de lo que lo fuiste conmigo.
Se supone que no te has ido de aquí.
¿Por qué aún te doy cobijo?

Cuanto duele
Cuanto quema..
Me cansé de disimular mi pena.

De sonreír cuando por dentro lloro,
o de llorar cuando soy feliz;
quizás sea, porque ahora intento serlo sin tí.



No hay comentarios:

Publicar un comentario