No puedo dormir, por eso escribo, no se muy bien el que, pero he decidido cojer el lápiz y el papel.
Esta noche no escribiré una historia de amor, no le escribiré a él, tampoco me quejaré de las injusticias de la vida. Esto va dedicado a mi.
¿Conoces esa sensación de no conocerte? De darte cuenta a cada momento, que la que peor te conoce y entiende, eres tu misma?
Yo tengo esa sensación, y lo sé, porque al mirarme al espejo, no se lo que realmente veo, supongo que únicamente mi reflejo, aunque no sé si realmente esa soy yo.
Y ahí es cuando entras en un bucle casi sin salida, donde no tienes rumbo, no sabes donde ir, en quién creer, a quién amar, si te estás equivocando, si haces lo correcto, si la vida que estás viviendo es la tuya, o la que otros quieren que vivas; ahí es cuando te miras y piensas... ¿Quién coño soy?
Dímelo tú, a mi se me olvido hace tiempo, y tenías razón cuando decías que había cambiado, que ya no era la misma, pero ¿sabes que? me siento mucho mejor ahora, entre mis rarezas; aunque yo misma, no me reconozca.
3/8
No hay comentarios:
Publicar un comentario